lunes, 11 de agosto de 2014

La Entrevista


Conociendo una profesión
La licenciada María Cecilia Colombo nos cuenta acerca de la Terapia Ocupacional.

Por Agustina Badaracco.

¿De qué se trata esta profesión?
Esta profesión se trata de ayudar a las
 personas a generar nuevas “destrezas
 o habilidades para que puedan aumentar
 su capacidad funcional”, para ser lo más
 autónomos posible dentro del problema 
que puedan llegar a tener, ya sea un problema
 de discapacidad mental o motriz o de trabajo.

¿Por qué la elegiste?
La elegí de casualidad, porque una amiga mía                    
 me había contado cómo era la profesión; que
 abarcaba muchos aspectos, que no sólo se podía
 trabajar con discapacidad sino que se podía trabajar
 con personas que habían tenido accidentes de trabajo,
con niños o adultos y que “se trabajaba con las
 ocupaciones y las actividades de la vida diaria”.                          
 Me pareció muy interesante porque es una profesión 
 que tiende a ayudar.

¿En qué área te desempeñás?
¿Podrías dar ejemplos de lo que hacés diariamente?
   Me desempeño en el área de discapacidad, trabajo con pacientes que tienen retraso mental. Muchos de
 ellos tienen patologías psiquiátricas asociadas. Trabajo con dos grupos bien distintos.  El primero es el de los niños y trabajamos todo lo relacionado con las actividades de la vida diaria como la alimentación o la higiene.  Ayudamos a que puedan  generar destrezas y habilidades,  para potenciar su desempeño en estas áreas, ya sea porque no las conocen o porque tienen alguna dificultad para realizar estas actividades.
Por otro lado, trabajo con un grupo de adolescentes con los que creamos un taller de bombonería, ya que hicimos un convenio con una panadería que les va a comprar los productos que ellos generen de modo que, por su trabajo, reciban una paga.  Esto es un taller protegido de producción.


¿Cómo creés que la sociedad afronta el problema de la discapacidad?
Yo creo que diferentes organizaciones están fomentando que la sociedad conozca lo que es la discapacidad y que la misma ha abierto más sus sentidos a recibir lo que es diferente. Están aceptando que lo diferente no es malo y que todos tenemos capacidades distintas.

¿Es importante la creatividad en tu trabajo? ¿Por qué?
Es muy importante porque, por ejemplo, para aprender a escribir hay que tener un buen agarre del lápiz, nosotros le llamamos “prensión”. Para tener una buena prensión fina tenemos que haber tenido habilidades motoras gruesas, desde el control del hombro, del brazo, que tienen que estar en óptimas condiciones para que esa prensión fina pueda sucederse y se pueda agarrar un lápiz. Nosotros tenemos que hacer que esa actividad sea divertida porque, ¿a quién le gusta hacer una actividad repetidas veces y no se cansa? Si tenemos que trabajar con prensión fina podemos trabajar con colores, hacer que las cosas  tengan sonido y que la actividad no sea siempre la misma porque si yo quiero que el nene aprenda a cortar papelitos tiene que tener un criterio. Por ejemplo: ”…Hoy vamos a cortar papelitos para rellenar una letra de tu nombre…” Así ellos se divierten y nosotros también.













domingo, 18 de mayo de 2014

El cuento realista.

La fotografía


  -¡Mamá!
-¿Qué hijo?
-¿Podrías contarme la historia de esta fotografía?
-Claro...
  Todo empezó en mi viaje por California. Paul y yo estábamos haciendo un documental sobre la pobreza rural. Él se encargaba de hacer las entrevistas y recogía la información económica, mientras que yo tomaba las fotografías.
  En aquellos días debíamos fotografiar a los emigrantes de las granjas de las comunidades diseñadas por el gobierno federal. Recuerdo sus caras de preocupación y de cansancio. Se notaba su pobreza y vivían muy mal. Sus casas eran pedazos de tela enganchadas con palos o ramas.
  Mientras caminábamos observando dicha situación, vi a una señora con siete niños. Supuse que eran sus hijos. Me acerqué a ella y le pregunté si podía tomarle una foto junto a tres de sus hijos.
  Recuerdo haberle dicho que las fotografías iban a servir para recordarle a la gente que todos podíamos estar en apuros. Ella accedió porque creyó que iba a ayudarme.
  Al oto día la foto fue publicada.
  -¿Y qué pasó con la señora y sus hijos?
-No supe más nada de ellos, ni siquiera supe nunca sus nombres.