La posibilidad de cambiar el destino a través de la ficción en "La noche boca arriba" de Julio Cortázar y "El sur" de Jorge Luis Borges.
En el siguiente ensayo comparativo se analizará la
focalización en los relatos, el desdoblamiento de los personajes, los
procedimientos literarios y los pasajes de un mundo a otro.
En el caso de “La noche boca arriba”, el protagonista sufre
de un accidente de moto al distraerse con el paisaje. A partir de ese momento,
el hombre, delirando de fiebre, comienza a tener lo que se supone que son
pesadillas en las que es perseguido por aztecas que lo quieren sacrificar.
Surgen dos mundos: el de la ciudad llena de vida, luz y comercios, y el de la
selva, oscura y de noche. El protagonista está constantemente pasando entre
ambos mundos y hasta el final, en el que cuenta que el mundo de la selva es el
real y no es sueño, pensamos todo lo contrario:
“Alcanzó a cerrar otra
vez los párpados, aunque ahora sabía que no iba a despertarse, que estaba
despierto, que el sueño maravilloso había sido el otro…”
Cortázar utiliza un narrador equisciente en tercera persona.
Se logra ambigüedad a partir de las descripciones y comparaciones de los dos
mundos ya que al principio lo que pasa en la selva es el sueño y lo que pasa en
la ciudad, la realidad. Al final, esto se invierte al cambiar el punto de vista
dejando a la selva como la realidad y la ciudad como el sueño. A su vez,
utiliza metáforas e imágenes sensoriales.
En “El sur”, el personaje se golpea la cabeza y tiene una
septicemia. Luego de que le dan el alta aparece en un almacén, el lugar donde
se da a entender que ocurre su muerte al tener una pelea con hombres del campo.
El pasaje de un mundo a otro se da por las descripciones que
hace, ya que comienza hablando del Buenos Aires de 1939 y termina hablando del
Buenos Aires del 1870 aproximadamente, al viajar más al sur.
“Quien atraviesa esa
calle entra en un mundo más antiguo.”
Borges utiliza la focalización cero. También utiliza,
por un lado, el pretérito pluscuamperfecto del modo subjuntivo para generar ambigüedad
al contar como hubiera preferido que sea su muerte y, por el otro, intertextos
como Martín Fierro y Las mil y una noches. Se relaciona con
el primero por el linaje argentino de Dahlmann y, con el segundo, por su linaje
sajón ya que la traducción del libro era alemana.
En este relato, la ambigüedad se
logra (además de lo anteriormente dicho) a través de las analogías con su vida,
el ambiente pesadillesco, los anacronismos, las simetrías y el uso de una frase
que divide al texto en dos:
“A la realidad le gustan las simetrías y los leves anacronismos.”
A partir de esa frase, el texto
comienza a ser confuso y no se sabe si está soñando, delirando o si es la
realidad.
En conclusión, se puede observar
que en ambos textos se busca generar ambigüedad principalmente para que el
lector dude hasta el final de lo que realmente está pasando y le sea imposible
saber si son dos realidades paralelas o hay una sola real y una que es un sueño
o un delirio del protagonista.
Todavía faltan analizar cuestiones importantes, pero está muy bien.
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